Una célula madre es aquella que es capaz de realizar lo que se denomina como divisiones asimétricas, a diferencia del resto de las células de un organismo que lo hacen de forma simétrica. El poder realizar divisiones asimétricas permite mantener unos números más o menos constantes de estas poblaciones de células madre durante toda la vida del organismo e ir generando otras células hijas que son las responsables de construir y mantener las estructuras funcionales.
Además, una célula madre debe poseer una capacidad de multiplicación alta y potencial para generar varios linajes celulares. Parece cada vez más claro que en las alteraciones de este mecanismo básico se encuentran implicados tanto los fenómenos fisiológicos, de envejecimiento como los patológicos.
La primera demostración formal de la existencia de células madre en el organismo de mamíferos proviene de los trabajos del DR. E.D. Thomas, que en 1958 consiguió demostrar que era posible restablecer una hematopoyesis funcional en un perro irradiado mediante trasplante de médula ósea. Este trabajo no sólo le supuso obtener el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, sino que ha permitido salvar millones de vidas.
Desde entonces, y aunque se sabía que había otros tejidos con una alta capacidad de regeneración, como el hígado, y varios que se sustituyen con una alta tasa como la piel, pelo o epitelios intestinales, ha sido la hematología la especialidad que más ha contribuido al desarrollo de lo que actualmente se conoce como Terapia Celular.
Por todo ello, el Doctor Bernad Miana considera que los verdaderos antecedentes de la gran revolución de la Terapia Celular son el trasplante de médula ósea,el tratamiento de grandes quemados con piel ingenierizada y el tratamiento de lesiones osteocondrales con suspensiones de condrocitos autólogos expandidos ex vivo.
Expone que en los últimos 20 años se ha pasado de una situación en la que únicamente se consideraba la existencia de células madre en unas localizaciones muy concretas a, prácticamente, identificar poblaciones que podrían ser células madre casi en cualquier tejido…¿ cómo puede ser esto ?…pues
la respuesta, aunque dura, es simple : sabemos mucho menos de lo que creemos y de lo que nos gustaría, basta un ejemplo, hoy sabemos que el genoma humano contiene entre 700 y 900 genes más de los que se consideraron inicialmente.
Expone una preocupación, que se hayan trasladado de forma muy prematura las expectativas terapéuticas a los medios de comunicación, y a la sociedad en general, ya que es muy doloroso ver, oír, y sentir cómo las esperanzas de muchas personas se estrellan con una realidad mucho más pobre, cuando no decepcionante.
Según él queda mucho trabajo callado, riguroso, tedioso en muchos casos, fracasos por asumir y muchas decepciones por superar, pero está convencido de que al final muchas patologías intratables en la actualidad podrán beneficiarse de la Terapia Celular.