
Varices – Introduccion
Varices – Entendiendo el Origen Las varices son una enfermedad que afecta a las
venas de las piernas.
Es debido a diversos factores, que las venas se ensanchan, dilatan y se vuelven
tortuosas. Esto provoca problemas de circulación sanguínea que pueden ser muy
perjudiciales para la salud además de lo antiestético.
Las personas que sufren de varices, tienen pesadez de piernas, calambres,
picores e incluso fuertes dolores.
Una de cada diez personas padece de varices, siendo más frecuentes en las
mujeres, sobre todo por efecto de los embarazos y las hormonas.
Las varices se forman por un mal funcionamiento de las válvulas de las venas de
las piernas. Estas válvulas, ayudan a que la sangre siga su camino hacia el
corazón. Sin embargo, pueden funcionar mal, por lo que la sangre se estanca en
la venas, ensanchándolas y haciéndolas insuficientes (no trabajan bien).
A que nos referimos cuando hablamos de las varices
Las varices son una enfermedad de las venas. Esos largos conductos por donde
circula la sangre que vuelve al corazón desde los órganos. Después de haber
sido aprovechada la sangre de nuestro torrente sanguíneo por todos los órganos
de nuestro cuerpo, para que el corazón la envíe a los pulmones y allí se
oxigene en contacto con el aire inspirado y vuelva a convertirse en sangre
útil.
Es importante poner en conocimiento que las venas, para lograr su cometido de
retornar la sangre al corazón, deben luchar contra la fuerza de la gravedad,
principalmente en posición de pie. Para ello están dotadas de múltiples y
delicados mecanismos de compensación que las transforma en verdaderos “pequeños
corazones periféricos”. Cuando estos mecanismos fallan se instala la
insuficiencia venosa que es lo que en definitiva da origen a las varices.
Esta afección derivada de la insuficiencia venosa toma distintos nombres según
el órgano o región enferma. Así, a la dilatación de las venas del ano se las
denomina “hemorroides”, a las del cordón inguinal “varicocele”, etc.
Pero cuando se habla de varices se hace referencia, generalmente, a las del
miembro inferior. Cuando una persona dice que padece de varices o de úlcera
venosa, se sobreentiende que son las venas de sus muslos o piernas las
afectadas. Y este tipo de afeccion derivada de la insuficiencia venosa es la que
trataremos en nuestro sitio dedicado exclusivamente al mundo de las varices.
Varices – Sus Distintos Grados
Hay cuatro tipos de varices que se clasifican en grados:
Varices Grado 1
Generalmente tan sólo son un problema de tipo estético, aunque en determinadas
ocasiones, pueden producir sensación de pesadez y cansancio en las piernas.
Estallido de cohete o cabeza de meduza; generalmente estas varices no presentan
ningún tipo de sintomatología razón por la cual y de una manera equívoca no se
le presta frecuentemente atención por parte del paciente. Afectan
específicamente el aspecto estético.

Varices Grado 2
varices más visibles, dilatadas y tortuosas. Un alto porcentaje de los
pacientes presentan sintomatología. Es importante comentar que en las várices
Grado I y II el tratamiento es exclusivamente médico, evitando así el
tratamiento quirúrgico.
Este tipo de varices ya empieza a ser un problema para la salud. Normalmente
con la edad, suelen producir flebitis superficiales dolorosas, o pequeñas
varicorragias (sangrado de una vena)
Varices – Grados III y IV
Varices Grado 3
Mayor dilatación y tortuosidad, el paciente refiere presencia de
«cables» en sus piernas. La sintomatología en estos pacientes tienden
a ser más intensa e incapacitante. Dichas varices se tratan solamente de manera
quirúrgica.
Varices Grado 4
Estas varices son las Grado III que se acompañan siempre de algunas de las
complicaciones que posteriormente les comentaré (cambios tróficos en la piel,
úlcera maleolares, etc). Para mas información puedes dirigirte a la seccion de
COMPLICACIONES VARICES.
Varices – Han existido siempre?
En base a diferentes lecturas recogidas de una inmensa mayoría de autores y
médicos especializados en el tratamiento de varices, debemos concluir que las
varices existen desde el momento mismo en que el hombre decidió ponerse de pie
y exigir de esta manera al ciclo de la circulación sanguínea
Varices – El origen de su aparición
Las varices, como muchas otras enfermedades, no están ligadas a un fenómeno
casual una fatalidad del destino. Sino que es todo lo contrario.
Su aparición es el resultado de una serie de factores causales, algunos
controlables – como la obesidad – y otros no tanto – como lo es el factor
hereditario.
En base de nuevo a diferentes lecturas que hemos realizado podemos explicar los
factores mas preponderantes en la aparición de las varices, realizando un viaje
imaginario a través de la evolución y el crecimiento del ser humano.
El origen de las varices. La Bipedestación:
Según la teoría de la evolución de las especies, el hombre – primitivamente
animal cuadrúpedo en el curso de la evolución antropológica – fue irguiéndose
hasta tomar definitivamente la posición de pie. De esta manera aumentó
substancialmente la presión hidrostática contra la que tiene que luchar el
sistema venoso para cumplir su función de retornar la columna sanguínea al
corazón y esto debió de originar la aparición de las primeras varices en el ser
humano.
Varices – El Factor Hereditario:
El hombre – como todo ser vivo – se reproduce según un esquema genético
preestablecido. Es, pues, la herencia el segundo factor causante de la
aparición de varices.
Varices – Su relación con el Sexo:
Es sabido que las varices son mas bien una enfermedad que ataca a las mujeres
por sobre los hombres. Según numerosos estudios la afeccion de varices en
mujeres es 5 a 1 sobre los hombres.
Las Varices y el Factor Hormonal:
La menarca – que es el primer período menstrual de la mujer – da inicio a las
primeras manifestaciones patológicas consistentes en la aparición de pequeñas
varicosidades y derrames, principalmente en las jovencitas predispuestas
genéticamente. Los ciclos menstruales actúan directamente sobre las venas
mediante las hormonas.
Las Varices y el Embarazo:
Marca un antes y un después en el desarrollo de las varices. A raíz de los
cambios que se producen en nuestro cuerpo con la aparición de un embarazo, las
venas padecen la influencia de tres factores que actúan negativamente sobre su
integridad: el gran aumento hormonal que acompaña a la gestación, la compresión
del útero grávido sobre las grandes venas y la tendencia al excesivo aumento de
peso. Estos tres factores inciden de una manera muy considerable en la
aparición de varices durante el embarazo.
Las Varices y la Obesidad:
El exceso de peso también produce un excesivo trabajo de nuestro torrente
sanguíneo y por ende a raíz de esta insuficiencia venosa derivada del exceso de
peso dan origen a la aparición de varices.
Las Varices y la Menopausia:
El desequilibrio hormonal, común en esta época, es la causa de las alteraciones
venosas que ya a esta altura de la vida de una mujer dan origen a la aparición
de varices de mayor magnitud.
La Raiz de su Aparición
El trabajo más importante y más ingrato es efectuado por las venas de los
miembros inferiores, que han de soportar todo el peso de la columna sanguínea.
En estado natural basta su tonicidad, que es la que le da firmeza a la pared
venosa, para no dejarse estirar por ese peso.
Pero si por alguno de los factores que hemos tratado en la sección anterior (
origen de las varices) pierden esa tonicidad, las válvulas que tienen las venas
en su interior para fragmentar la columna de sangre a fin de facilitar el
retorno sanguíneo, no pueden seguir ese estiramiento y no cierran el paso de
sangre como antes. Entonces una cierta cantidad de ésta refluye hacia abajo, y
da lugar a un estancamiento nefasto que produce la aparición de varices en
nuestros miembros inferiores.
Pero es importante no desesperar, ya que millones de seres humanos sufren de
mala circulación en los miembros inferiores, ya sea por las varices o por
secuelas de antiguas flebitis (que es una inflamación de las venas), que si no
es correctamente tratada, va intensificándose progresivamente. Entonces el
paciente padece la penosa y característica pesadez de las piernas al poco rato
de estar de pie. Sólo el andar no muy deprisa y la posición acostada lo
alivian.
Pero también ten en cuenta de que si las varices no son corregidas a tiempo, a
medida que pasan los años, las piernas se vuelven tumefactas, se hinchan, se
deforman. Aparecen manchas sombreadas al principio violáceas y luego
amarronadas.
La piel que cubre la zona se adelgaza y un día, a consecuencia de un ligero
traumatismo de la pierna, se produce una pequeña herida muy difícil de
cicatrizar que se va extendiendo tanto en superficie como en profundidad: es la
úlcera venosa.
Así, la enfermedad local de una vena termina por propagarse a la pierna entera.
Toda vena varicosa, librada a su evolución, produce una rémora sanguínea que
tarde o temprano provoca un proceso escleroso que, lenta e inexorablemente, va
alcanzando a los tejidos vecinos. Las manchas oscuras de las piernas varicosas
preanuncian este lento e insidioso proceso destructivo.
Consejos a tener en cuenta para evitar la aparición de las varices
Mantenerse dentro del peso normal
Los estudios realizados demuestran que las personas con obesidad tienen un 50%
más de posibilidades de desarrollar la aparición de varices que las personas
normales y, además, los obesos portadores de varices tienen el riesgo de
presentar complicaciones trombóticas posquirúrgicas.
Por todo lo dicho se deduce la importancia que tiene para la circulación venosa
y la prevención de las varices combatir la obesidad.
Control periódico
la aparición de varices es evolutiva y progresiva, por lo que se impone, una
vez concluido el tratamiento para la corrección de las varices, una consulta
anual de control permitiendo al especialista actuar precozmente sobre alguna
varice incipiente.
Evitar la permanencia prolongada en posición de pie
Esto debe ser una norma tanto en el trabajo como en la vida doméstica. Elegir
la profesión en función de la predisposición a la aparición de varices o no es
difícil, pero una azafata, peluquera, un obrero inmovilizado en la cadena de
producción, una empleada sentada ante su escritorio, deben adquirir la
costumbre de realizar caminatas diarias de media hora y practicar algún deporte
los fines de semana para contrarrestar la deficiencia circulatoria propia de su
actividad y evitar asi el incremento de varices. Las mujeres dedicadas a las
tareas hogareñas deben evitar las prolongadas estancias de pie lavando,
planchando o cocinando. Lo mejor es acostumbrarse a realizar breves
interrupciones en estos trabajos cotidianos caminando durante algunos minutos
para retornar luego a estos menesteres. También es importante adquirir la
costumbre de realizar caminatas diarias para fortalecer la circulación de los
miembros inferiores.
Evitar fuentes de calor excesivo
La calefacción por loza radiante es nociva, pero pueden atenuarse sus efectos
con la colocación de alfombras.
No es recomendable una excesiva exposición al sol, principalmente en posición
inmóvil, ya que provoca vasodilatación y aparición de esas pequeñas
varicosidades tan poco estéticas como son los derrames.
También debemos evitar la calefacción a la altura de las piernas en los coches,
trenes, chimeneas, los baños muy calientes, la depilación de cera caliente
(para ello existen ceras vegetales de baja temperatura).
Los climas demasiado calurosos para las vacaciones son desaconsejables; es
mejor pasar las vacaciones en la montaña o a orilla del mar. No son
beneficiosos los baños termales con temperaturas mayores a 28 °C o la natación
en aguas muy frías.
Vestimenta adecuada
La ropa tiene que ser amplia, suave y ventilada. Las fajas y las ligas que
dificultan la circulación a la altura de los muslos están proscriptas en
cualquier tratamiento para la eliminación de las varices. Lo mismo lo están las
medias con elástico fuerte.
Calzado cómodo
Es aconsejable en cualquier tratamiento que se inicie para combatir las varices
que, siempre que pueda, ande descalzo sobre el suelo natural (Tierra, arena) y
que el calzado sea amplio, con suela fina y suave.
El taco debe tener de 3 a 4 centímetros. Los tacos no deben ser ni demasiado
altos ni bajos para ayudar al máximo el funcionamiento de la bomba muscular de
la pantorrilla y el aplastamiento del tejido esponjoso de la planta del pie,
puesto que se ni ayudamos al máximo posible a esta bomba sanguínea es muy
factible la aparición de varices.
Deben corregirse las afecciones óseas y articulares de los pies y piernas hasta
las caderas, ya que todas ellas repercuten sobre la circulación de retorno.
Varices – Sus Complicaciones
Tomando en consideración que las complicaciones aparecen en el paciente que por
alguna razón se descuida permitiendo que sus varices evolucionen a Grado III,
la primera complicación suele ser Cambios Tróficos de la Piel, que se presentan
en el tercio inferior de las pernas y tobillos, con cambios en la coloración
normal de la piel, a un color ocre, marrón oscuro o violáceo y con alteración
de la consistencia de la misma, ya que se torna dura escamosa y apergaminada.
Todos estos cambios producen mucho purito (picazón) y cuando el paciente se
rasca se produce la segunda complicación llamada Ulcera Varicosa, que consiste
en una ruptura de las capas de la piel, formándose un «hueco», de
fondo húmedo, que nunca cura definitivamente con tratamiento médico.
Por último, como complicación más grave pero afortunadamente la menos
frecuente, el Embolismo Pulmonar con el posible Infarto subsiguiente, que puede
costar la vida del paciente, ya que es la obstrucción de alguna arteria
pulmonar por un coágulo (similar a un pedazo de gelatina de sangre) proveniente
de alguna de estas varices Grado III, que se ha desplazado y es llevado a la
circulación venosa profunda, corazón y de allí pasa a las arterias pulmonares.