La Muerte
Súbita (MS) es un fenómeno que se caracteriza por
la detención súbita de la mecánica
cardiaca, falta de detección de pulso, de respuesta neurológica (pérdida de la
conciencia) y ausencia de respiración o respiración agónica. El 30% de las muertes súbitas ocurren en
menores de 65 años.
Las dos terceras partes de las muertes
súbitas cardiacas ocurren fuera del hospital, dentro de las dos horas de
comenzado los síntomas .Si bien la enfermedad cardiovascular constituye la
primera causa de muerte súbita en el mundo occidental, muchas víctimas pueden
sufrir paro cardiorrespiratorio por causas no cardíacas (electrocución, sofocación, ahogamiento, intoxicación
por drogas, etc). De hecho, el
trauma es la principal causa de muerte y discapacidad en menores de 35 años.
Podrían salvarse muchas vidas con la
práctica rápida de las maniobras adecuadas.
La Reanimación Cardiopulmonar Básica (R.C.P. Básica) realizada precozmente y en forma adecuada en un paciente que sufre una Muerte Súbita, genera una expectativa de sobrevida del 17%, cifra por demás de alentadora si se compara a la obtenida sin la realización de estas maniobras: del 0%.
Reanimación Cardiopulmonar Básica
Son las maniobras básicas de apoyo a la vida, que deben realizarse muy precozmente en el paciente que sufre una Muerte Súbita.
La Cadena de Supervivencia:
Esta metáfora representada universalmente por la imagen que vemos arriba fue adoptada hace algunos años para explicar los distintos elementos que integran la sistematización de la Atención Cardiovascular de Urgencia, que consideran como el mejor enfoque para enfrentar el tratamiento de la muerte súbita cardiovascular.
Esta cadena cuenta con cuatro eslabones, todos los cuales deben funcionar a la perfección, pues la falla de uno solo de ellos llevará a todo el proceso al fracaso:
1. Acceso rápido al Sistema de Emergencia
El acceso precoz representa el tiempo desde el comienzo de los síntomas y la llegada del servicio de emergencia médica. La implementación del número telefónico de emergencia médica unificado, como el 107 en nuestro país (en Estados Unidos es el 911; en Rusia el 03; en China el 120, en Japón el 119), representa un extraordinario avance en este sentido, siempre y cuando toda la población lo conozca, lo memorice y lo utilice. Lamentablemente, en nuestro país (e incluso en EEUU) esto no ha sucedido aún. Si hiciéramos una encuesta entre la población, inclusive entre los médicos, encontraríamos un bajo porcentaje de personas que lo conocen. Y es lamentable pues es una de las medidas prioritarias ante una muerte súbita.
Asociado a ello está la necesidad de que los servicios de emergencia estén diagramados de manera tal que puedan llegar a cualquier lugar en el menor tiempo posible. Por supuesto, esto depende de las características geográficas de la zona.
2. Reanimación cardiopulmonar básica (RCP)
Es tanto más eficaz cuanto más pronto se inicie. La restauración del ritmo en forma rápida ofrece una mejor oportunidad de lograr el éxito final. En casi todos los estudios realizados, la RCP básica realizada por testigos ha demostrado tener un efecto positivo en la supervivencia. Es el mejor tratamiento que puede recibir un paciente con paro cardiorrespiratorio hasta la llegada de un desfibrilador y la Atención Vital Cardiopulmonar Avanzada (AVCA).
Por supuesto, aunque la RCP realizada por testigos es de un valor incuestionable, es sólo temporal y pierde su utilidad si no se siguen con rapidez los siguientes eslabones (desfibrilación y AVCA precoces).Por lo tanto, es de fundamental importancia que la mayor cantidad de personas conozca las técnicas de reanimación cardiopulmonar básicas, especialmente personal de policía, bomberos, inspectores de tránsito, personal de vigilancia de oficinas públicas, bancos, etc., como así también ciudadanos comunes, con más razón si son familiares de pacientes con afecciones cardíacas, ya que está demostrado que el mayor porcentaje de casos de muerte súbita suceden en los domicilios particulares (en este aspecto el médico de cabecera tiene primordial importancia a través de sus consejos al respecto).
Lamentablemente, en nuestro país aún no se ha concientizado en forma eficiente su importancia entre la población y los entes públicos, a pesar de que numerosas entidades médicas, fundaciones, etc., están desarrollando activamente su promoción.
3. Desfibrilación rápida
Es quizás el eslabón más importante ya que, realizada en forma correcta y muy precoz, influye en forma directa en el resultado final del salvataje.
Es el eslabón de la cadena con probabilidades reales de mejorar los resultados. Estando todos los eslabones cumplidos correctamente, la desfibrilación rápida es el factor aislado de mayor importancia para determinar la supervivencia.
En el momento actual, se cuenta con equipos desfibriladores externos automáticos que analizan el ritmo y desfibrilan. Tienen como característica su fácil manejo, ya que realiza el diagnóstico de Fibrilación auricular y automáticamente hace la descarga o indica a su operador como realizarla.
Ello ha llevado a que la American Heart Association y la Fundación Interamericana del Corazón promocionen la utilización de estos equipos en forma masiva.
Las fuerzas policiales, de vigilancia, bomberos, etc., deberían estar capacitados y contar con ellos para su utilización, como así también deberían estar disponibles, y con personal adiestrado, en los lugares con mucha afluencia de público como empresas, hoteles, centros comerciales, estadios y edificios públicos para ser utilizados antes de la llegada del personal profesional de emergencia.
Por lo tanto, la utilización de desfibriladores externos automáticos (DEA) en manos de muchas personas adecuadamente entrenadas puede ser la intervención clave para mejorar la supervivencia de los pacientes con paro cardiorespiratorio extrahospitalario.
4. Apoyo vital cardiovascular avanzado (AVCA)
Si bien todos damos por sobreentendido que quienes están en la función de atención de este tipo de patología conocen adecuadamente los procedimientos a seguir, se han detectado fallas importantes en su ejecución.
El AVCA constituye un reto por su «alta densidad» de información, que se lleva a cabo por personal entrenado, con soporte e infraestructura adecuada. Generalmente esta intervención es aportada por los Servicios de Emergencia cuando se trata de una Muerte Súbita en la vía pública.
El concepto de AVCA implica mucho más que una colección de habilidades cognoscitivas y psicomotoras. Representa una forma de pensamiento, un enfoque sistemático para tratar personas que experimentan una urgencia cardiovascular y una muerte súbita. Representa la forma coordinada en que los reanimadores deben tratar a un paciente de emergencia, independientemente de que el equipo conste de una, dos o quince personas. Se hace indispensable el uso de las mismas guías de tratamiento, tanto dentro del hospital como fuera de él, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
Cada uno de estos cuatro eslabones que componen la «cadena de supervivencia» juega un rol de significativa importancia, ya que muchas muertes pueden prevenirse con la entrada rápida en el sistema. La supervivencia satisfactoria de un paro cardíaco depende, por lo tanto, de una serie de intervenciones críticas. Si una de estas acciones críticas es omitida, retrasada o mal realizada, la supervivencia se vuelve improbable. No se sabe en qué grado cada uno de los distintos eslabones de la cadena contribuye a la supervivencia. Pero lo que sí se sabe es que esta «cadena de supervivencia» bien conformada es altamente positiva y eficaz.
Es por eso que EMCO capacitación en Emergencias dicta estos cursos a través de la American Heart Association con la certificación correspondiente. Entendiendo que la atención de emergencias en el lugar del incidente mejora la sobrevida de los pacientes asistidos por personal entrenado y capacitado..