Científicos del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia y la Universidad de Montpellier han descubierto que la contaminación de las ciudades con niveles elevados y prolongados de monóxido de carbono (CO) puede dañar la función cardíaca.
Según los resultados de su investigación que aparecen publicados en el último número de la revista ‘American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine’, estos animales son capaces de establecer un mecanismo de compensación para mantener una actividad cardiaca normal aunque, pese a todo, se vuelven «más vulnerables» de cara a padecer enfermedades cardiovasculares.