El seguro de entrenador personal generalmente se refiere a un grupo de pólizas comerciales diseñadas para proteger los activos de un entrenador personal. Una póliza común para entrenadores es la de seguro de responsabilidad civil general, que cubre lesiones corporales de terceros, daños a la propiedad y daños a la reputación. Sin embargo, la mayoría de los entrenadores necesitan también otros tipos de seguro, por lo que el seguro de entrenador personal puede costar entre 150 € y 1.500 € al año.
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Cómo funciona el seguro de entrenador personal
El seguro de entrenador personal es una colección de coberturas diseñadas para proteger las empresas de entrenamiento personal. Los seguros de responsabilidad civil general son pólizas del seguro de entrenador personal porque cubren los costos que siguen a los reclamos de terceros de lesiones corporales, daños a la propiedad y daños a la reputación.
Dependiendo de sus operaciones, algunos entrenadores e instructores de acondicionamiento físico necesitan pólizas adicionales. Por ejemplo, los entrenadores que poseen estudios o tienen muchos equipos de ejercicio también pueden necesitar un seguro de propiedad comercial. Esto se puede agrupar con la responsabilidad general en un pack llamado póliza de propietarios de negocios que es un medio rentable de obtener una cobertura amplia.
Consejos para obtener un seguro de entrenador personal
Solicitar un seguro de entrenador personal puede ser un proceso complicado. No necesitas ser un experto en seguros para encontrar la cobertura ideal al precio correcto, pero hay varios pasos importantes que pueden facilitar la aplicación.
Aquí hay cuatro cosas que recordar al solicitar un seguro de entrenador personal.
1. Reúne tus documentos antes de solicitar
Para asegurarte de obtener el mejor seguro de entrenador personal para tu situación, recopila toda la información necesaria sobre tu negocio antes de presentar tu solicitud. Tener los documentos adecuados a mano facilita el proceso y ayuda al agente de seguros a encontrar la mejor manera de proteger tu negocio. Además, la información inexacta en tu solicitud le permite a tu aseguradora rechazar reclamos si alguna vez presentas uno.
Parte de la información que necesitas al solicitar un seguro incluye:
- Valor de los activos, como tu gimnasio y equipo de entrenamiento.
- Detalles de cualquier producto que vendas
- Número de años que has trabajado en la industria del ejercicio personal.
- Información sobre otra cobertura de seguro que ya tengas
- Historial de reclamos por al menos tres años
2. Evalúa tus riesgos
No importa cuán cuidadoso seas, pueden surgir incidentes que expongan tu negocio de entrenamiento personal al riesgo. Debes ser objetivo sobre cuáles pueden ser esos incidentes y la probabilidad de que ocurran para poder determinar qué pólizas cubren mejor tu negocio. Es por eso que los entrenadores personales pueden querer trabajar con un agente de seguros. Un agente con experiencia en la industria puede identificar dónde radica el problema y de qué el seguro puede protegerte.
3. Presta atención a las exclusiones
Cuando compara cotizaciones, es importante prestar atención a las exclusiones o los riesgos no cubiertos en una póliza. Algunas compañías de seguros excluyen ciertos riesgos de las pólizas para reducir el costo, pero el resultado puede significar que las reclamaciones que crees que están cubiertas terminan siendo denegadas. Un coste más bajo no siempre se traduce en un mejor valor cuando se trata de seguros.
4. Pregunta sobre el certificado de seguro
Un certificado de seguro es un documento que emite tu compañía de seguros que resume tu cobertura. Los propietarios de gimnasios y estudios pueden solicitar ver su certificado antes de permitirte usar su espacio porque el documento actúa como prueba de seguro. Es posible que necesites un nuevo certificado para cada gimnasio en el que trabaje, y algunas aseguradoras cobran una tarifa por cada solicitud de certificado. Sin embargo, otros te permiten solicitar tantos como necesites.