Para poder gestionar los servicios sanitarios es necesario conocer en todo momento en qué y cómo se utilizan los recursos. Por ello es importante controlar los procesos y procedimientos sanitarios, fundamentándolo en la información sobre los pacientes, sus necesidades de atención sanitaria, la frecuentación hospitalaria, las estancias hospitalarias y otros índices sanitarios que se pueden determinar al analizar y evaluar las prestaciones sanitarias efectuadas.
Las necesidades crecientes de conocer el coste real de los servicios sanitarios, está fomentando la implantación de la codificación del conjunto mínimo básico de datos (CMBD) por parte de la red sanitaria, pública y privada del país. La realización del CMBD conlleva la codificación de las historias clínicas, no solo en lo que respecta a sus datos administrativos, sino también a los clínicos.