Un 80% de fibromialgias se deben a intolerancias alimentarias e infecciones víricas, según experto.

Un 80 por ciento de las fibromialgias se deben a intolerancia a la lactosa
y a infecciones crónicas por el virus Epstein Bar, según una estimación
recogida en el libro ‘Manual de Fibromialgia. Nuevas aportaciones’,
elaborado por el doctor José Rodríguez Moyano a partir de su experiencia
durante más de 15 años con pacientes que sufren esta enfermedad.


Según Rodríguez Moyano, quien hace unos años publicó en la revista médica
‘Medicina Biológica’ un estudio clínico sobre esta enfermedad, los
síntomas varían según la causa, motivo por el que es necesario realizar
pruebas diagnósticas.

«Los pacientes con síndrome fibromiálgico originado por la intolerancia a la lactosa suelen padecer diarrea,
meteorismo, cefaleas, cansancio, etc. Sin embargo, quienes su síndrome
está motivado por infecciones bacterianas o virales también suelen
sufrir faringitis crónica, dolores cervicales, sensación de febrícula»,
explica.

Asimismo, afirma que «patologías de origen tóxico, infeccioso y alimentario que no son diagnosticadas y tratadas a tiempo
pueden derivar en un síndrome fibromiálgico».

Este manual destaca que, aproximadamente, un millón y medio de españoles podrían sufrir
fibromialgia, un síndrome que cursa con dolores articulares, musculares y
tendinosos generalizados, cansancio, fatiga, rigidez matutina,
cefaleas, mareos y trastornos en la región genitourinaria, intestinal y
faringea.

Además, son frecuentes las alteraciones psíquicas como la ansiedad y depresión, y es más frecuente en la mujer y en el adulto,
aunque no exclusivo, destaca este experto.

Por otra parte, recuerda que se trata de una enfermedad difícil de diagnosticar, por lo
que los pacientes a menudo pasan años sin ser conocer el motivo de sus
dolores, los cuales palian a base de analgésicos y antiinflamatorios,
que «reducen los síntomas pero no solucionan el origen».

Por eso este especialista aboga por identificar la causa de los síntomas y
utilizar medicamentos de origen natural, como la homeopatía compuesta o
medicina biorreguladora, que depura el organismo de toxinas y actúa en
el sistema inmune frente al dolor y la inflamación así como la medicina
manual que corrige y armoniza los problemas estructurales u óseos.

AMALGAMA E INTOLERANCIA

Entre otros motivos, señala el depósito y toxemia del mercurio procedente de
las amalgamas metálicas en el organismo como una posible causa de
fibromialgia.

«Según hemos podido comprobar, si las amalgamas de plata-mercurio tienen más de diez años y el proceso de aleación ha sido
incorrecto pueden provocar el síndrome fibromiálgico en algunos
pacientes», comenta el experto. En estos casos se recomienda su
sustitución por resinas, cerámicas y un tratamiento de detoxificación y
drenaje.

Otro motivo frecuente de fibromialgia que suele pasar desapercibido es la intolerancia alimentaria, señalando sobre todo a
aquellos que forman parte del grupo de las proteínas lácteas, seguido de
la harina de trigo, el huevo, algunas carnes y pescados, concluía esta
sociedad científica.

«Es extraño que no se solicite con más frecuencia la prueba de la intolerancia a la lactosa, tan importante y
tan fácil de realizar», resalta el doctor Rodríguez Moyano, quien añade
que «la retirada de los lácteos de la dieta y una terapia de
detoxificación consiguen mejorar los síntomas en poco tiempo».

Otras posibles causas que deben de ser determinadas son la presencia de
toxinas bacterianas (estreptocócicas) y la contaminación por ingesta de
tóxicos ambientales, como los pesticidas.

«Se piensa en un síndrome fibromiálgico por intoxicación de organofosforados cuando el
enfermo trabaja por ejemplo en el cultivo bajo plásticos, donde se
utilizan frecuentemente plaguicidas», señala, «aunque se necesitan
realizar análisis clínicos para determinarlo».